Aunque a lo largo de la historia existieron numerosas civilizaciones prehispánicas, nos centraremos en aquellas civilizaciones más destacadas, comenzando con la civilización inca, la cual fue la más compleja desarrollada en América del Sur, siendo un extenso imperio el cual abarcaba los actuales países de Bolivia, Perú, norte de Chile, noreste de Argentina y parte de Ecuador. Su origen se remonta a la época cristiana en el siglo XII, donde varias familias migratorias se asentaron en el valle de Cuzco, siendo Manco Capac el primer gobernante y fundador de la ciudad del Cuzco. Una población ingeniosa los cuales supieron adaptarse al entorno, sacando el mejor provecho de sus recursos, desde la pesca en el mar hasta la ganadería en las alturas andinas, siendo una cultura basada en el intercambio de recursos.
Ocupados en el Golfo de México con alrededor de 20000 km2, los olmecas fueron una cultura mesoamericana, la cual vivió en el periodo formativo de América desde el 1500 Antes de Cristo hasta el año 292, siendo considerada la primera de todas las civilizaciones americanas, influyendo tanto a culturas mesoamericanas como a las precolombinas en mayor o menor medida. A pesar de no estar del todo claro cuál fue el origen de la cultura olmeca, su red de intercambios comerciales supuso la difusión de innumerables elementos culturales que influenciaron a diversas culturas como el culto a las montañas y cuevas o el culto a la serpiente emplumada como dios de la agricultura.
Siendo una de las principales culturas mesoamericanas precolombinas, la población de Teotihuacán estaba ubicada en el noroeste del valle de México, siendo esta la principal cultura hasta su desaparición, y a pesar de no haber constancia de ninguna expansión territorial, se estima que contaban con una gran influencia sobre múltiples territorios a pesar de no dominarlos. Al igual que los olmecas, estos contaban con un culto a la serpiente emplumada Quetzalcóatl, la cual era venerada en un imponente templo además de encontrarse presente en estatuas y murales de la cultura. Así pues, también veneraban a Tláloc, dios de la siembra; Huehuetéotl, dios del fuego; Tezcatlipoca, dios del cielo y la tierra, a los cuales les veneraban con grandes pirámides y murales, así como con trabajos escultóricos en templos o cerámica policromada.
Finalmente, destacamos la cultura maya, uno de los mayores imperios en la América precolombina, la cual llegó a su fin por circunstancias ajenas a la invasión española, siendo un pueblo que logró grandes avances en el terreno cultural, social y económico, trayendo además creaciones de calendarios o métodos de medición precisa del tiempo. A pesar de no contar con la escritura, la cultura maya adquirió grandes avances y conocimientos del medio fuertemente relacionados con la observación astronómica, cuya base permitió desarrollar sus creencias religiosas y filosóficas sobre los orígenes del ser humano y la vida tras la muerte.
Múltiples países del continente americano cuentan con una extensa herencia tanto de personajes como al hecho de que han contribuido tanto a la construcción de la ciencia como al desarrollo de sus habitantes desde la época prehispánica. Conocer los logros de civilizaciones antiguas, supone reconocer su trabajo dándoles un lugar en el universo del conocimiento. Las diferentes culturas y civilizaciones independientemente de su desaparición no deben quedar en el olvido, y desde Oniversity colaboramos en su conservación.
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