A lo largo de nuestra vida, hemos aprendido infinidad de lecciones y conocimientos que nos han ayudado en nuestro proceso de aprendizaje y nuestra trayectoria laboral. No obstante, no hemos aprendido todo lo que hemos podido, y desafortunadamente no siempre enseñan todo, dejando de lado en múltiples ocasiones aprendizajes de vital importancia tanto para nuestro futuro como nuestro presente. Se nos enseña una multitud de temarios diferentes, pero, a menudo se dejan de lado las emociones, siendo la emoción positiva y recuerdos una de las llaves de la felicidad. A través de las emociones positivas, las personas son más resistentes y capaces ante la adversidad, pudiendo experimentar las emociones positivas a pesar de encontrarse en situaciones adversas y estresantes.
Muchos de los problemas de salud mental por los cuales pasan la gran mayoría de la población en algún momento de sus vidas tienen un origen emocional, donde aquellas emociones postergadas dañan tanto la mente como el cuerpo. A pesar de que las emociones siempre se educan, estas pueden ser para bien o para mal, siendo necesario incidir en ellas a través de su entendimiento, comprensión y regulación.
A través de las emociones positivas, es posible poner en marcha aquellos patrones de pensamiento integradores y receptivos, favoreciendo así la aparición tanto de situaciones como de conductas novedosas. A pesar de ser pretenciosos con esta afirmación, es creíble pensar que las emociones positivas hayan provocado los grandes descubrimientos y cambios de la humanidad, siendo difícil pensar a los grandes genios de la humanidad enfadados o deprimidos mientras estaban cambiando el mundo. Por el contrario, no resulta difícil imaginarse a estos poniendo en marcha los patrones de pensamiento que les permitieron llegar a su meta deseada.
Las emociones positivas nos ayudan no solo a sentirnos mejor con nosotros mismos, sino también a potenciar nuestras habilidades y competencias personales. Experimentar día a día emociones positivas nos ayuda a que cada vez más sintamos un estado de felicidad global.
Así pues, en nuestra mano queda hacer uso tanto de los recuerdos como de las emociones positivas como eje central para el surgimiento de emociones futuras. Y a pesar de que el fomento de esta idea se haya convertido en un recurso para la transformación del día a día de las personas en algo más satisfactorio, esto no siempre es así. La teoría es más fácil que la práctica, y no siempre sabemos hacerlo solos o encontramos una manera para que el proceso sea más ameno. Desde Oniversity lo sabemos, por lo que hemos encontrado una de las mejores herramientas para aprender al mismo tiempo que disfrutamos del proceso.
https://oniversity.world/secretaria/psicologia-positiva-a-traves-del-cine/
